Todos sabemos que el azúcar no es bueno para nosotros, pero poco podemos hacer con los placeres culpables de la vida: un poco de chocolate después de la cena, el último sitio de donuts de la ciudad, etc.
Pero, siendo realistas, ¿es el azúcar malo para la piel? Si la respuesta es afirmativa, ¿Cuánto bien o cuánto mal puede hacer el azúcar a la piel? Hemos investigado un poco por nuestra cuenta y hemos llegado a algunas conclusiones. Te advertimos: No son buenas noticias.
Inflamación
Cuando comes alimentos ricos en azúcar, tu cuerpo dirige todos sus esfuerzos a descomponerlos causando inflamación en tu piel. Científicamente hablando, esto es lo que ocurre: el azúcar de tu cuerpo libera glucosa que se adhiere inmediatamente al colágeno, la proteína responsable de la elasticidad (y la edad) de tu piel. Con el tiempo, este azúcar hace que el colágeno se vuelva rígido, afectando a su capacidad para mantener la piel sana, cuyos efectos se manifiestan en la piel en forma de líneas y arrugas.
Daños
Esta es una de las principales razones por las que el azúcar es malo para la piel. El cuerpo tiene tres tipos diferentes de colágeno: el tipo 1, que es el más frágil, y el tipo 3, que es el más fuerte. La glucosa no sólo debilita el colágeno, sino que también lo debilita al convertir el Tipo 3 en Tipo 1, lo que hace que la piel envejezca más rápido y sea más vulnerable a los daños causados por factores externos como el sol y la contaminación.
Deshidratación
Cuanto más azúcar consumas, mayor debe ser tu ingesta de líquidos. El azúcar deshidrata tu piel al succionar toda el agua de las células de la piel, lo que hace que tu piel se sienta desnutrida y sedienta, provocando la flacidez.
Combátelo
Sabemos que eliminar el azúcar de la dieta puede suponer todo un reto (para la mayoría de nosotros), pero podemos reducir los daños causados con una gran cantidad de antioxidantes que impiden que el azúcar se adhiera al colágeno. Míralo de esta manera, por cada tableta de chocolate que comas, toma una naranja como complemento. Cuanto mejor sea tu consumo de vitamina C y E (que se encuentra en las frutas frescas, los frutos secos y las verduras), más posibilidades tendrás de proteger tu piel de los efectos perjudiciales del azúcar.