El ikigai es la antigua filosofía japonesa de la vida que está a punto de convertirse en la corriente principal. Y podría darte una nueva razón para levantarte por las mañanas (incluso los lunes).
Olvídate de la filosofía Hygge.
Puede que los escandinavos nos hayan dado el hygge y el lagom, pero ahora es el momento de dar paso a la antigua filosofía japonesa del Ikigai. Este concepto, que significa “vivir con la razón“, “da un propósito a tu vida, a la vez que te da las agallas para seguir adelante”, dice Ken Mogi, autor del libro The Little Book of Ikigai, que promete ayudarnos a desbloquear nuestro ikigai interior. “Se trata de descubrir y apreciar los placeres de la vida que tienen sentido para ti”, añade Mogi. Y, por una vez, es totalmente alcanzable.
El ikigai es cualquier cosa que te haga feliz -esa primera taza de té del día, pasear al perro, dominar un nuevo movimiento de yoga- y, sobre todo, desmiente la vieja idea de que todos deberíamos esforzarnos por conseguir algo más grande y mejor: el mejor trabajo con un sueldo generoso, la casa de los sueños, la relación perfecta, vivir nuestra MEJOR VIDA. Lo cual, francamente, es agotador. En cambio, el ikigai consiste en encontrar la felicidad y la plenitud en las cosas pequeñas y mundanas. He aquí cómo encontrar tu propio ikigai y levantarte de la cama cada lunes…
¿Qué es el ikigai?
Ikigai se traduce vagamente como “tu propósito en la vida“, del japonés iki (vivir) y gai (razón). Y durante demasiado tiempo la definición occidental de éxito se ha limitado a grandes objetivos finales. Está en nuestra naturaleza pensar en términos de ganadores y perdedores; líderes y seguidores”, dice Mogi. Por eso hemos progresado como especie, y por eso puede que algún día corramos hacia nuestra propia destrucción”. El ikigai es a pequeña escala, paciente, mundano y con visión de futuro”. Se trata de cambiar nuestra mentalidad y aceptar que no siempre podemos estar en la cima, y eso está bien. También vale la pena recordar, en estos tiempos de alardear y actualizar el estado de las cosas, que si todavía sentimos la necesidad de competir, lo mejor es ir despacio y con calma. Como dice Mogi, “no tienes que tocar tu propia trompeta para que te escuchen. Puedes simplemente susurrar, a veces para ti mismo”.
¿Cuáles son los pilares clave del Ikigai?
Hay cinco pilares que sustentan los fundamentos del ikigai, y son: Empezar de a poco, liberarse, armonía y sostenibilidad, la alegría de las pequeñas cosas y estar en el aquí y ahora. Si los dominas, estarás en camino de dominar el ikigai. A medida que las líneas entre el trabajo y el ocio se vuelven más borrosas, vale la pena saber que el ikigai es el punto de encuentro entre tu trabajo y tus pasiones. Esencialmente, es el punto dulce en el que te enamoras de tu trabajo, una y otra vez.

Ikigai para principiantes
1. Empieza un ritual matutino
La investigación ha demostrado que la mañana es nuestro mejor momento para la productividad, así que aborda las tareas más importantes a primera hora. Levantarse temprano tiene sentido desde el punto de vista económico”, dice Mogi. El cerebro está en un estado renovado, listo para absorber nueva información”. ¿Eres más bien un búho nocturno? Mogi sugiere que te acostumbres a hacer algo que te guste nada más levantarte, ya sea tomar un café y un croissant o leer. La dopamina se liberará en el cerebro, reforzando la acción (levantarse) antes de recibir la recompensa (café y croissant)”.
2. Desterrar la palabra ‘fácil’
Traducido como ‘compromiso’, kodawari es la clave del ikigai. Kodawari es cuidar los pequeños detalles”, explica Mogi. La manera japonesa de hacer las cosas es superarlas sin esperar recompensa”. En otras palabras, son las pequeñas cosas las que tienen mayor impacto. Tener un alto nivel de exigencia no sólo te hará más feliz, sino que la admiración de los demás también llegará”.
3. Vivir el momento
La atención plena es esencial, dice Mogi. Un niño no tiene una idea definida del pasado o del futuro. Su felicidad reside en el presente. Sería maravilloso mantener esto durante toda la vida”. En lugar de afrontar el día con el piloto automático, detente a observar en qué estás trabajando y aprecia lo que disfrutas de ello. El flujo es un estado en el que las personas están tan involucradas en una actividad que nada más importa; el trabajo deja de ser algo que hay que soportar y se disfruta del proceso”.
4. Encuentra tu afición feliz
Puede ser difícil encontrar la alegría en nuestros trabajos, pero si renunciar no es una opción, mira más allá del trabajo. El ikigai no tiene por qué estar asociado a la vida profesional”, dice Mogi. La satisfacción viene de crear algo de principio a fin”. Así que, aunque se trate de dominar un movimiento de yoga, un nuevo proyecto puede ayudar a canalizar tu ikigai.
No encontrarás tu ikigai por…
- Escribiendo una lista de tareas. En su lugar, haz una lista mental de lo que más te gusta de lo que estás haciendo AHORA MISMO. En este mismo instante.
- Haciendo una foto de ajiaco o bandeja paisa y pasándola por un filtro: #almuerzo. Cómelo, saboréalo y disfrútalo.
- Ser indiferente con todas las razones por las que odias tu trabajo. Alégrate de tener un trabajo que te permite tener vacaciones/zapatos/comida [táchese lo que no proceda] o conseguir uno nuevo.
- Hacer fotos de tu perro en Instagram. Intenta sacarlo a pasear en su lugar.
- Haz lo que más te gusta nada más levantarte por la mañana: un buen café, un buen sexo, un baño largo, una carrera corta… lo que sea que te haga flotar te preparará para un buen ikigai durante todo el día.